Vecinos apedrearon el concejo sacabeño y hay 2 presidentes

El conflicto en el Concejo municipal del municipio de Sacaba crece y se torna con más hechos de violencia a medida que pasan los días y no parece tener una pronta solución.

Durante la pasada jornada varios sectores se movilizaron en una aparente marcha pacífica que terminó siendo gasificada.

La movilización inició como protesta contra el concejal Alejandro Quisbert, por una supuesta agresión a la esposa del concejal Germán Coca.

“Lamentamos el accionar donde se ha visto que han agredido a tres hermanas, y este último, a puñete limpio, le han limpiado el rostro de nuestra compañera, que tiene 12 días de impedimento”, dijo una de las presentes.

Posteriormente, la movilización se instaló en puertas del ente deliberante, que era custodiado por efectivos policiales.

En cierto momento, los movilizados comenzaron a tomar piedras y arrójalas contra las puertas de esta institución, con la aparente intención de ingresar al interior de la institución a patadas y pedradas.

Efectivos policiales resguardaron el edificio y tuvieron que utilizar agentes químicos para dispersar a los protestantes. Al medio día de este lunes, los sectores movilizados se retiraron del lugar, pero advirtieron con radicalizar sus medidas.

DOS DIRECTIVAS

El conflicto se debe a la disputa por la directiva del concejo que inicio desde el pasado mes de mayo, cuando movilizaciones exigieron a los concejales renunciar para dar paso a sus suplentes.

Sin embargo, este pasado jueves, los concejales titulares volvieron a ocupar su cargo tras ganar un amparo que restituyó sus derechos después de que fueron apartados de sus funciones.

Durante su ausencia se formó una directiva a la cabeza del concejal Rubén Alvarado, que según los concejales restituidos era temporal y por esa razón realizaron una nueva elección, pero Alvarado rechaza dicha elección.

Los seis concejales realizan una vigilia en oficinas del Concejo Municipal pidiendo reconocer la nueva directiva que se eligió en medio de intervenciones y agresiones. Tal fue la violencia ejercida en ese momento que la concejal Mónica Marca terminó con varios días de impedimento y varias lesiones en el rostro.

“Estamos acá seis concejales resguardando, primero nuestra integridad, segundo, las instalaciones del Concejo porque tenemos conocimiento de que tienen instrucciones, nuestro personal, de venir a agredirnos, hacernos escenarios de confrontación con el único fin de involucrar en agresiones y todo aquello y armarnos casos”, indicó la concejal María Amparo Acosta, quien fue elegida como presidente.

Aparentemente, la división de dos directivas generó también un conflicto al interior del ente deliberante, donde incluso los funcionarios apoyan a una u otra presidencia, terminado en el cierre de algunas de las oficinas.

Además de estos, ambos grupos de concejales realizan sesiones por separado y para este martes Alvarado convocó a una, pero según Quisbert no acudirán a la misma por ser ilegal.

Según Acosta, el concejo está conformado por 11 concejales y la mayoría (7) se encuentra apoyando su presidencia, por lo que aseveró que se mantendrían en vigilia.

ACUSACIONES

Aunque los mismos concejales lanzan acusaciones mutuas sobre el conflicto, los hechos de violencia y hasta denuncias de irregularidades, a esto se suman las acusaciones del excandidato a la presidencia Virgilio Lema, que señaló a tres autoridades de orquestar todo el conflicto.

Según Lema, quienes están tras esto son los concejales Rubén Alvarado, Germán Coca y el mismo alcalde Pedro Gutiérrez, a quienes denominó “la pandilla”.

“Enviaron a sus huestes (grupo de personas) a que golpeen a los concejales entre ellos Alejandro Quisbert (…) este grupo de angelitos, este grupo de loteadores tiene un compromiso para lotear Sacaba y la información que tenemos y la denuncia es que habrían ya recibido muchísimo dinero, pero como ahora perdieron el manejo del Concejo Municipal no van a poder cumplir con los loteadores”, aseveró a través de sus redes sociales.