Una ola de robos preocupa a los pobladores del trópico de Cochabamba, en 24 horas encontraron infraganti a dos personas tratando de cometer hechos delictivos.
El primer caso se registró en el municipio de Villa Tunari donde un hombre fue acusado de robar las pertenencias de vecinos, enfurecidos los mismos procedieron a amarrarlo a un árbol y lo castigaron a “chicotazos”. Según el testimonio de los vecinos el hombre seria reincidente y están cansados de los robos e inseguridad en su zona.
En medio del castigo, el hombre pedía perdón y clemencia rogando que dejen de pegarle y aceptando que había cometido una equivocación.
En el segundo caso un adolescente de 15 años fue sorprendió mientras sustraía una motocicleta en la central Majopampa ubicada en el municipio de Shinahota. Según el relato de los dirigentes el joven sustrajo el vehículo mientras el dueño trabajaba, cuando la dejó por “unos minutos”.
Al ser encontrado delinquiendo por primera vez lo “perdonaron” y no le aplicaron justicia comunitaria.
Dentro el interrogatorio le preguntaron con quienes trabajaba y el adolescente reveló ser parte de una “banda” con al menos cuatro integrantes. Según su testimonio en dicha organización los miembros cometían los robos y estos eran entregados al “jefe”, luego de entregar el botín el jefe les pagaba. Se excusó asegurando ser un simple “ayudante”.
Tras conocer la existencia de la organización delincuencial que además operaria en varios municipios del trópico los dirigentes piden a autoridades investigar y dar con su paradero.