De día, en zonas céntricas y sin ningún temor así se vende la droga.
Dos casos fueron encontrados en menos de 48 horas, se trata de dos parejas que fueron sorprendidas en poder de sustancias controladas, las mismas son usadas como fachada para no levantar sospechas cuando realizan la venta de droga.
En el caso del municipio de Quillacollo la “narcopareja”, se instalaba en el prado de este municipio en pleno centro y “trabajaba” limpiando parabrisas para no levantar sospechas, sin embargo se daban modos de vender marihuana sin ser notados.
Durante un operativo de control, efectivos policiales los sorprendieron en poder de una bolsa con la sustancia controlada, dinero y dos cuchillos entre otros.
“Se aprehendió a dos personas, una pareja que llevaban consigo un bolso donde contenían una sustancia verdusca similar a lo que es la marihuana. También contenía ese bolso cuchillos, contenía tres pipas artesanales y 400 bs. Estos señores han sido conducidos a la Felcn para la respectiva investigación”, informó el Comandante Regional del Valle Bajo, Cnl. Gilmar Quilla Assaf al programa Revelaciones.
Quilla presume que la pareja usaba su trabajo como “limpia parabrisas” para esconder la venta de la marihuana a los vehículos que “atendían”. “Estos señores como pareja se dedicaban a hacer limpieza de vidrios y a la vez seguramente tenían sus compradores de esta sustancia controlada”, señaló la autoridad policial.
Los detenidos fueron trasladados a dependencias de la Fuerza de lucha contra el Narcotráfico. El Comandante Regional adelantó que los controles en las diferentes avenidas y zonas públicas de Quillacollo serán constantes.
“Estamos haciendo prevención en esta zona y en lugares donde hay mucha afluencia de gente, es el plan Mercado seguro, son planes que sacamos a diario”, aseveró.
En el caso de Cochabamba, la “narcopareja”, fue denunciada por transeúntes en inmediaciones de la avenida Aroma y calle Agustín López, lugares detectados como críticos en la “zona roja” de nuestra ciudad.
En su poder se encontraron 5 sobres de cocaína camuflados en una bolsa de Yogurt, los que comercializaban a plena luz del día.
En el lugar los vecinos de la calle Agustín López revelaron que los microtraficantes usan las aceras, canaletas, medidores y todo lo que pueden para esconder sobres con droga, misma que luego intercambian y comercializan.