El día de hoy en horas de la madrugada, la Defensoría del Pueblo en Cochabamba efectuó un verificativo en celdas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen Felcc, del municipio de Quillacollo, oportunidad en la que nuevamente constató que a más de dos meses de haber recomendado y exhortado públicamente para que se refuercen las medidas de bioseguridad y las medidas de cuidado para los efectivos policiales.
“Hoy lamentablemente los mismos carecen de los equipos de bioseguridad adecuados y suficientes para realizar sus tareas de control y resguardo ante esta crisis sanitaria”, dijo Nelson Cox, representante defensorial.
El Delegado Defensorial Departamental de Cochabamba, Nelson Marcelo Cox Mayorga, manifestó que “No existe la atención debida de parte de las autoridades del Comando Departamental de la Policía, Comando Regional del Valle Bajo, ni del Gobierno Autónomo Municipal de Quillacollo, hacia los servidores públicos policiales, lo que les genera una situación de riesgo que ya es confirmado, debido a que dentro la institución policial hay muchos casos de policías contagiados y fallecidos a causa del COVID-19, y esto se debe a que se encuentran en estado de abandono por parte de las autoridades”.
El Delegado Defensorial Departamental denunció esta situación de desprotección con relación al trabajo que vienen realizando los efectivos policiales de esta unidad, lo cual atentaría a su derecho a la salud y la vida, además correrían un alto riesgo de convertirse en transmisores COVID-19 entre sus mismos camaradas, situación que generaría un colapso en el sistema de atención de las oficinas del servicio policial que se agrava por el escaso personal que de momento se cuenta quienes se encuentran con riesgo en la salud.
Cox Mayorga instó nuevamente para que de manera inmediata se efectúen controles reforzados y los máximos esfuerzos institucionales para que se garantice en general un adecuado estándar de protección de la salud para todos los efectivos policiales, y en particular de quienes trabajan en la FELCC de Quillacollo, de manera tal que no se genere riesgo de contagio ante el COVID-19.