Llevar una dieta nutritiva y bien balanceada que sea rica en frutas y verduras (y suplementos si hacen falta) es una de las mejores maneras de mantenerse saludable todo el año. La nutrición adecuada también puede ayudar a proteger tu cuerpo de los efectos dañinos para la piel del sol, desde las arrugas hasta el cáncer de piel y otras enfermedades que se producen con el calor. Los antioxidantes ayudan al cuerpo a prevenir y reparar el daño diario.
Complementarse con ciertas vitaminas puede ayudarte a pasar la época del calor con un poco más de salud y por eso vamos a ver cuáles son las más necesarias ahora que las temperaturas suben y que el verano está más cerca.
VITAMINA C
La suplementación con vitamina C ayuda al cuerpo a responder fisiológicamente al estrés por calor. Reduce la probabilidad de desarrollar enfermedades como los sarpullidos y el agotamiento por calor. Un suplemento diario de vitamina C también acorta el tiempo que necesita tu cuerpo para adaptarse a un nuevo ambiente más cálido. Reduce la rapidez con la que se cansan las glándulas sudoríparas y también ayuda a disminuir la temperatura corporal.
Además, la vitamina C puede ser buena como antihistamínico natural, así como también como un poderoso antioxidante. Asimismo, ayuda a disminuir los síntomas de la rinitis alérgica estacional.
Los efectos antioxidantes de la vitamina C pueden ayudar al cuerpo a protegerse del daño celular al estimular la producción de colágeno y el crecimiento de tejido nuevo. También ayuda a que el tejido se repare. Estos beneficios antioxidantes pueden ayudar a proteger tu piel del daño solar, incluido el fotoenvejecimiento. La vitamina C a veces se usa tópicamente para reducir los efectos nocivos de los rayos ultravioleta del sol en la piel, y cuando se combina la vitamina C con otra, la vitamina E, ambas pueden ayudar a prevenir las quemaduras solares.
VITAMINA E
Cuenta con beneficios antioxidantes que facilitan proteger la piel del daño de los rayos UV cuando se usa tópicamente antes de aplicar el protector solar, tanto antes de exponerse al sol como después.
De manera similar a los beneficios antialérgicos de la vitamina C, la vitamina E puede ayudar a reducir la gravedad de las alergias estacionales y el asma. La vitamina E calma las partes del sistema inmunitario que se activan cuando tienes una respuesta alérgica.
VITAMINA D
Sabemos que la vitamina D es buena para nuestra piel. Aumenta el grosor de la piel, y una piel más gruesa significa menos arrugas, razón por la cual la vitamina D es un ingrediente popular en los remedios para el cuidado de la piel contra el envejecimiento. La investigación también ha encontrado un vínculo entre nuestra cantidad de exposición al sol y cómo de bien está funcionando nuestro sistema inmunológico, incluidas las defensas inmunológicas de nuestra piel. Exponerse muy poco al sol aumenta el riesgo de desarrollar una deficiencia de vitamina D. Por el contrario, demasiada exposición al sol incrementa el riesgo de desarrollar cáncer de piel.
VITAMINA A
La vitamina A (uno de cuyos derivados es el retinol) también puede ayudar a protegernos de los melanomas. Las personas que toman suplementos diarios de vitamina A tienen un 60% menos de probabilidades de desarrollar melanoma que quienes no toman suplementos de retinol.
La vitamina A ayuda al cuerpo a reparar la piel dañada por el sol y puede ser una de las mejores opciones para combatir las líneas finas y la hiperpigmentación del fotoenvejecimiento. La vitamina A se vende en distintas formas y es el retinol en forma de compuesto el que ayuda al cuerpo a realizar las reparaciones necesarias, incluida la reparación del daño celular relacionado con el sol y la restauración del colágeno y la elastina.
CONSEJOS
Beber líquidos en abundancia, aunque no se tenga sed. Llevar agua fresca cuando deba trasladarse. Usar sombrero, ropa ligera, calzado liviano, lentes de sol con filtro y protector solar factor 30 o más. No consumir bebidas alcohólicas.