Eduardo C. de 28 años de edad, es el hombre que fue asesinado durante este fin de semana, mientras participaba de una fiesta de wallunk’a en el municipio de Capinota.
El evento considerado una fiesta tradicional de la época, se desarrollaba en la calle Careaga cerca a la una de la madrugada, pero nadie se imaginaba que sería el escenario de un hecho de sangre.
Según informes preliminares, el hecho inicialmente fue reportado como muerte de persona y hasta el lugar llegaron efectivos policiales.
“Se ha suscitado en Capinota, en la avenida Careaga y Lanza, se estaba llevando a cabo una wallunk’a”, explicó el Comandante regional del valle bajo, Cnl. Gilmar Quilla Asaff.
Luego de que los efectivos policiales verificaran el hecho, procedieron a realizar el levantamiento del cuerpo y trasladarlo al IDIF.
“Se hizo el levantamiento legal del cadáver, ya es de conocimiento del ministerio público y se encuentra en proceso de investigación
“Quiero justicia…le ha hecho a mi marido en ahí, quiero que le encuentren”, exigió entre lágrimas la esposa.
Se conoce que la víctima fue atacada mientras se desarrollaba el evento y cuando por algunos minutos las luces se apagaron.
“Le han apagado la chichería luz y ahí ha pasado, después con agua le ha echado, después le han prendido -la luz- y mi marido ya estaba ahí echado en ahí”, relató.
El agresor uso un cuchillo con el que lo apuñaló en el lado izquierdo del pecho, “con cuchillo han hecho…estaban discutiendo y la señora de la chichería le ha apagado la luz y ahí ha pasado esto”, añadió.
La víctima deja en la orfandad a dos menores de cuatro y ocho años de edad, “él me mantenía a mí…quiero justicia, por favor quiero que le encuentren a ese tipo”, pidió.
Por el caso, dos personas fueron detenidas con fines investigativos y se encuentran en dependencias policiales. Los sospechosos se encontraban acompañando al autor principal del crimen.
“Están detenidas dos personas por sospechosos, el otro se ha escapado”, explicó su concubina, pidiendo justicia.
La familia es de escasos recursos y no saben cómo cubrirán los gastos funerarios de la víctima, quien se dedicaba a la construcción y así mantenía a su familia.
“Yo soy humilde, quiero que me ayuden, no tengo plata, al banco debemos, -él- anterior día no más hemos llevado, ahora no tengo para enterrar a mi esposo, no sé qué hacer”, lamentó.