Wilma fue estrangulada, envuelta en bolsa de yute y arrojada al barranco

“Ahora es incontrastable, se han encontrado elementos y se ha encontrado el cuerpo, esto es un feminicidio”, confirmaba el comandante de la policía Jhony Aguilera tras el hallazgo del cuerpo de Wilma Fernández, la muchacha que llegó de Londres y desapareció hace 25 días en La Paz. El cuerpo fue hallado en la zona de influencia de la localidad de Chuspipata, un pequeño caserío que está en la carretera antigua a Los Yungas.

De acuerdo al informe preliminar de la Policía el cuerpo de la víctima fue encontrado dentro de una bolsa de yute plástico de color celeste en una zona inaccesible de la localidad de Chuspipata pues el lugar es monte cerrado y recurrieron a canes entrenados de la Policía para encontrar el cuerpo.

Policías y bomberos se trasladaron hasta la zona de Los Yungas donde se tenía la información. Los pobladores de la zona explicaron que se trata del ingreso a Chuspipata, un camino de tierra que utilizan las empresas turísticas para el ciclismo de montaña.

CAMINO DE LA MUERTE

La Policía informó que realizó el rastreo de algunos equipos telefónicos, de la víctima y sus exparejas con el objetivo de determinar la ubicación de Wilma Fernández.

“Nos permite llegar hasta el domicilio de un sujeto denominado Jhashiro, ubicado en la zona de Achumani, el último lugar en el que estuvo con vida, a partir de esas investigaciones realizamos un allanamiento en el mismo”, informó Aguilera.

En el operativo encontraron prendas de vestir que llevaron a la detención del sujeto que la vio por última vez con vida.

“En el allanamiento encontramos un vehículo de color morado, en el que tenemos la certeza fue trasladada Wilma, también encontramos una gorra rosada, su gorra rosada que se observa en los videos (donde se la vio por última vez), y además ropa interior, que estaba al interior del inmueble de este señor (Jhashiro),

El hallazgo del vehículo, una vagoneta marca Volkswagen modelo T-Cross con placa 5651-NDA conduciría finalmente al hallazgo del cuerpo de la víctima. El vehículo está secuestrado en le Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) desde la madrugada del sábado.

EN UNA BOLSA DE YUTE

El asesino de Wilma llegó hasta los Yungas de La Paz, hacia la carretera más conocida como ‘el camino de la muerte’. El cuerpo de la mujer, introducido en una bolsa de yute, fue arrojado desde la carretera, por el efecto de la gravedad descendió aproximadamente cien metros hacia el barranco, el asesino creyó que el crimen quedaría en la impunidad.

“El cuerpo fue cubierto por unos árboles y una maleza impidiendo que pueda ir más abajo (del barranco), indudablemente (el asesino) tenía pensado que eso no se iba a descubrir el crimen, esto se lo ve en aprendizaje criminal y tiene como objetivo fundamental el hecho de ralentizar la investigación o de cubrir las acciones que cometió”, explicó Aguilera.

Personal de Bomberos de la Policía y efectivos de la división de Homicidios de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen realizaron descenso con equipo especializado para rescatar el cuerpo de la Wilma.

“La encontramos una sábana que envolvía el cuerpo hoy día (este sábado, el momento en que fue encontrada), además estaba cubierta con dos bolsas yute color celeste y una bolsa de color negro” detalló el comandante.

De acuerdo al informe de la autopsia, Wilma murió producto de una asfixia, provocado por un estrangulamiento, “Son señales típicas de una asfixia, la mordedura de la lengua con los dientes, las señales cianóticas que presenta el organismo de la cara, que nos permite de manera preliminar establecer que se trata de una asfixia por fuerza, una asfixia mecánica”, sostuvo Aguilera.

EL ASESINO BURLÓ TRES TRANCAS DE PEAJE

Los responsables de este hecho, según los comunarios, tuvieron que pasar tres trancas de control de la Policía y los comunarios no se explican cómo pasaron con un cuerpo, porque los controles son dentro y fuera del vehículo en todas las trancas.

Explicaron que a la salida de La Paz hacia Los Yungas está la tranca de Urujara y es el primer control; luego viene La Rinconada, donde incluso hay efectivos de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) para la revisión de los vehículos. Finalmente, está la tranca de Unduavi que es el último control antes de que el camino se divida en dos, uno que va a la región de Nor Yungas y otro a Sud Yungas.

Cuando se consultó a Aguilera ¿cómo es que un individuo pudo cruzar tres trancas y no se lo haya podido atrapar?, el sostuvo; “Cuando se realiza controles, los conductores se molestan; estos procesos de vigilancia, de fiscalización que son idóneos y naturales y están predestinados a hacer lo que se nos dice”, explicó Aguilera, quien además llamó a reflexionar a la población para estar en predisposición para los respectivos controles en las trancas de peajes.

“Yo reflexiono esta vez con la comunidad. Todos debemos someternos a revisión, hubiéramos podido encontrar este hecho con mayor prontitud”, reflexionó el comandante.

CAUSAS PASIONALES Y ECONÓMICOS

En una conferencia de prensa el Ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo presentó a Jhashiro Oliver Hawakasi Condarco de 27 años de edad, el autor confeso del asesinato de Wilma Edith Fernández. El sujeto cometió el crimen en un departamento del condominio de las Lomas del Sol.

Luego de estrangular a la víctima, la introdujo en bolsa yute. Videos de las cámaras de seguridad del condominio lograron captar al asesino cuando trasladaba el cuerpo de la víctima hasta su vehículo. “Las razones por las que este sujeto le quitó la vida a Wilma son pasionales y económicos”, informó Del Castillo, agregando que no descartan que haya más personas involucradas en el crimen.

Wilma tenía 39 años y era administradora de empresas, profesión que logró ejercer en Europa. Aunque la hora de su última conexión a WhatsApp es a las 15:58 del martes 22, el miércoles 23 su hermano recibió un mensaje desde el teléfono de Wilma. Le decía que no se preocupe, que regresaría a Londres y lo contactaría. Sin embargo, ella nunca más volvió a contactarse. Agencias