Desde el pasado mes de diciembre, Wilstermann se encuentra bloqueado en el sistema Comet y se halla imposibilitado para habilitar nuevos jugadores, según confirmó a Los Tiempos una fuente allegada a la Federación Boliviana de Fútbol (FBF).
Según se informó a Los Tiempos desde la FBF, el sistema Comet está cerrado mientras no se resuelva el caso entre Wilstermann y el extécnico Miguel Ponce, demanda que sigue en tribunales y la prohibición de la FIFA está vigente, pese a que desde el club aviador se dijo que no existe impedimento para habilitar.
MÁS PROBLEMAS
La sede administrativa aviadora de la calle Ecuador amaneció tapiada. Una pared improvisada de ladrillos y yeso impidió abrir las puertas del edificio. Además, se pegaron varios carteles en los que se amenaza y exige la renuncia inmediata del titular Gary Soria, además de su hermano Fernando Soria y del asesor jurídico Víctor Hugo Pérez.
“Somos un grupo de hinchas y socios cansados de mirar de palco la destrucción de nuestro club y que hemos decidido no seguir pasivos ante su descalabro”, establece una parte del tapiado. Por la tarde, el tapiado fue retirado del inmueble. El exdirigente Dussan Balderrama se unió al pedido de la renuncia de Soria, ya que a la fecha suman más las deudas que las soluciones.
TODO MAL
Wilstermann, en el ojo de la tormenta. Las deudas lo han sobrepasado. Esta vez, la mala nueva llegó desde el despacho de la FIFA, entidad que notificó a la institución en horas de la madrugada sobre una sanción por el caso del argentino Patricio Pato Rodríguez.
En dicho entendido, Wilster debe abonar 240 mil dólares. Y no puede habilitar jugadores en su plantilla, de cara a la temporada 2023, mientras no salde esa deuda. También le debe dinero al DT chileno Miguel Ángel Ponce (146 mil).
CONTINÚA EL CALVARIO
Por su lado, se ha conocido que la demanda interpuesta por el argentino Santiago Echeverría también ingresó a la FIFA, de acuerdo con la información brindada por el abogado Eduardo Martins a medios locales.
Mientras tanto, el enojo en los hinchas crece. En dos días, grupos molestos tapiaron la sede del club y bloquearon el paso principal del complejo, en la laguna Alalay. La exigencia es compartida: la renuncia inmediata de Gary Soria, presidente electo de Wilstermann.
Entienden que no ha honrado las promesas hechas en campaña y es por ello que piden que dé un paso al costado.
ESTADO DE ALERTA
Los últimos sucesos, con el tapiado de la sede del club y el bloqueo en el ingreso del complejo de la laguna Alalay, han encendido las alarmas en los dirigentes, en especial, en Gary Soria, mandamás de la institución cochabambina. Es por ello que el establecimiento ha emitido un comunicado dejando sentada su preocupación. Ha calificado los hechos como «ataques» contra la infraestructura y el patrimonio de Wilster.
«Las amenazas vertidas por supuestos hinchas contra el directorio y funcionarios del club rayan ya en lo delincuencial, apelando incluso a amenazas personales de atentar contra la vida de integrantes de este directorio. No permitamos que nuestro equipo sea destruido por supuestos salvadores que actúan delincuencialmente. Alertando que cualquier otra situación es propiciada por ese grupo de notables, empresarios y salvadores que amparados en el supuesto anonimato, actúan vil y cobardemente». Por último, el club confirma el inicio de acciones legales ante actos que asume como «vandálicos». Agencias