Con las nuevas medidas de desconfinamiento y de poscuarentena, las facilidades instauradas para el cobro delegado de la Renta Dignidad se suspendieron y desde el 1 de octubre los beneficiarios deberán dirigirse a las entidades financieras para hacer efectivo el bono.
Esta situación se da en el marco del nuevo contexto de postconfinamiento aprobada desde los gobiernos central y municipal, se informó en la Autoridad de Fiscalización y Control de Pensiones y Seguros (APS).
Durante la fase dura del confinamiento, los adultos beneficiarios podían, con un poder, autorizar a algún familiar cercano a que cobre la Renta Dignidad en las instituciones financieras habilitadas par el efecto.
Según datos de la APS , sólo un 15% de los beneficiarios recurrieron a esta modalidad, mientras que el resto estuvo cobrando con normalidad en las entidades bancarias.
La Renta Dignidad es un pago mensual, universal y vitalicio que provee el Estado Plurinacional de Bolivia a las personas de 60 años o más, residentes en el país, con el objeto de permitir a nuestros adultos mayores una vejez digna, con calidad y calidez humana.
Para las personas que no perciben renta o jubilación, el pago es de 4.550 bolivianos al año, monto que es cobrado en 12 pagos mensuales (11 de 350 y uno de 700, el cual incluye el aguinaldo de la Renta Dignidad). Las personas que reciben una pensión de jubilación acceden a una renta de 300 bolivianos mensuales.
Beneficiarios de otras rentas como las que otorga el Senasir a las personas que cotizaban en el antiguo sistema de reparto tampoco pueden ya delegar el cobro, indicaron algunos de ellos. Agencias