Alimentos y medicamentos que no debes juntar nunca

A continuación te presentamos un conjunto de alimentos y medicamentos que no debes mezclar explicándote el motivo y de esa manera evites molestos y peligrosos efectos adversos.
Medicamentos para reducir la presión arterial
Los medicamentos para reducir la presión arterial están indicados para curar y prevenir enfermedades del corazón y los riñones. Entre ellos se encuentran fármacos como el captopril, el enalapril y el ramipril. Debemos evitar mezclar estos medicamentos con alimentos ricos en potasio.
¿El motivo?
Los medicamentos de este tipo aumentan la cantidad de potasio en la sangre, cuya sobredosis puede provocar los latidos cardiacos irregulares y falta de aliento. Así, lo mejor será limitar el consumo de: Plátanos Patatas Soja Espinacas Antiarrítmicos
Medicamento para la hipertensión
Se trata de una serie de medicamentos (como, por ejemplo, la digoxina) que están indicados para curar y prevenir la insuficiencia cardíaca. El problema surge al consumir una serie de productos que son ricos en ácido glicirrícico (es el caso del regaliz, por ejemplo).
¿El motivo?
Al entrar en contacto con la digoxina, este compuesto puede provocar latidos cardiacos irregulares o incluso un ataque al corazón. Esta sustancia se encuentra en dulces y pasteles, así como también en los componentes de la cerveza. A su vez, la fibra dietética también reduce la eficiencia de este medicamento, por lo tanto, solo debes consumirla 2 horas antes o después de comer. También algunas hierbas afectan la eficiencia de la digoxina. Es el caso de la hierba de San Juan o el sen.
Medicamentos para el colesterol “malo”
Este tipo de fármacos están indicados en caso de obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares. Entre ellos encontramos algunos como la atorvastatina, fluvastatina, lovastatina, simvastatina, rosuvastatina y la pravastatina. Se trata de un tipo de medicamento que no se debe mezclar con los cítricos.
¿El motivo?
Los cítricos aumentan notablemente la absorción de los medicamentos, lo cual incrementa la probabilidad de una sobredosis y la aparición de efectos secundarios. La acción de una sola pastilla combinada con zumo de naranja es igual al de una dosis mayor ingerida con agua natural.
Anticoagulantes
Los medicamentos con finalidad anticoagulante están indicados para curar y prevenir la trombosis. Entre ellos encontramos la warfarina. Se trata de un tipo de medicación que se ha de limitar con alimentos que bajan la viscosidad de la sangre y son ricos en vitamina K.
¿El motivo?
Al tomar este tipo de medicación se ha de limitar el consumo de arándanos, ajo, jengibre y algunas especias (pimienta de cayena, canela, cúrcuma). Estos alimentos son anticoagulantes y, al intensificar el efecto de la warfarina, pueden provocar sangrados. Por su parte, la vitamina K reduce la eficiencia del medicamento. Esta está presente en grandes cantidades en las espinacas, el nabo, la col o el brócoli.
Analgésicos
Los medicamentos de la familia de los analgésicos están indicados para tratar inflamaciones y dolores musculares y de cabeza. Un ejemplo de este tipo de medicación muy conocida por todos es el ibuprofeno y su ingesta se ha de evitar si se toman bebidas gaseosas dulces.
¿El motivo?
El ibuprofeno es incompatible con las bebidas gaseosas dulces, ya que el gas ácido carbónico y el ácido presentes en estas aumentan la absorción y la concentración del medicamento en la sangre. En este caso, es imposible controlar la dosis y aparece el peligro de un efecto tóxico que afecta, sobre todo, a los riñones.
Ahora que ya sabes qué alimentos y medicamentos no se deben mezclar, podrás estar más atento y cuidarte mejor en adelante. Recuerda que si en algún momento llegas a tener alguna duda sobre tu tratamiento, lo mejor será que consultes con tu médico de cabecera.