La Coordinadora de Derechos Humanos prevé implementar panaderías vecinales para que la población pueda acceder al pan de batalla a precio y peso justo.
“¿Bajo qué argumento queremos elevar y queremos perjudicar en sí solamente a la población? Yo les pido un poco ponerse la mano al pecho y pensar en el ciudadano porque los sueldos no están subiendo. Entonces nosotros como coordinadora de los Derechos Humanos vamos a estar ahí presentes pidiendo esto y además nosotros como coordinadora estamos planificando hacer panaderías vecinales, cosa de que se dé a buen precio y le aseguro que hay ganancia vendiendo a 40 centavos; si no, nadie irá a perder. Esta propuesta ya se va a ejecutar; estamos planificando, ya tenemos 2 a 3 hornos de lo que hemos conseguido y estamos ya prestos, incluyendo al distrito 2, al distrito 10 y el distrito 5. Tenemos una panificadora que estaría de acuerdo con nosotros; no son hornos industriales, pero son vecinos que están dispuestos a trabajar por el ciudadano cuidando el bolsillo, porque eso es lo que deberíamos hacer todos”, informó la Coordinadora de Derechos Humanos.
El precio del pan de batalla volvió a golpear el bolsillo de las familias cochabambinas. Desde el día lunes, en varias tiendas de barrio el alimento se ofrecía a 80 centavos, un incremento que sorprendió a compradores y comerciantes, quienes hasta la semana pasada lo vendían a 50 centavos.
Los panificadores no están entregando el producto y los comerciantes debieron ofrecer pan de Arani a precios de cuatro panes por 5 bolivianos o tres por 10. “No hay pan de batalla, estamos sufriendo. Que nos manden pancito, por favor”, imploró un comprador.
Esta propuesta también se ve reflejada en los vecinos de El Alto y La Paz que se organizaron para vender también el pan a 0,40 (centavos) en respuesta al alza de precios anunciada por los panificadores federados. Esta iniciativa busca ofrecer una alternativa económica a las familias y compite con el precio de las panaderías, incluso con campañas apoyadas por precandidatos a la alcaldía.