Una madre y su hija fueron asaltadas por dos delincuentes en la avenida Los Andes, las mujeres llegaron de otro municipio a comprar mercadería y fueron sorprendidas antes de llegar al centro de abasto al que se dirigían.
Fue la hija la que reaccionó rápido y evito que le arrebaten su bolso, pero mientras forcejeaba con uno de los ladrones, el otro fue por su madre y en cuestión de segundos le arrebataron su cartera y se dieron a la fuga.
En total, los delincuentes lograron llevar más de mil dólares y un celular.
“Eran entre dos, me han querido jalar, entonces yo me he agarrado rápido y entonces a mi mamá quería ayudar, mientras tanto a mi mamá ya le han jalado hacia atrás, ya le han roto su cartera y se han corrido, dos jóvenes eran”, relató.
La hija piensa que los ladrones las siguieron antes de robarles, tras ser víctimas del atraco violento asegura que su madre quedó muy afectada. “Mi mamá hasta ahorita está llorando con un trauma, se ha quedado”, agregó.
Las víctimas pidieron ayuda y gracias a la oportuna intervención de un guardia y efectivos policiales lograron encontrar a uno de los ladrones.
“Estas personas mayormente llegan a coaccionar para cometer sus ilícitos, operan entre dos o más personas, las cuales ya tienen sus roles bien establecidos”, explicó el director de la EPI Central, Cnl. Iván Bernal.
Tras revisar al sospechoso en su poder se encontró un cuchillo, dinero y el celular de la víctima, antes de ser capturado los ladrones ya se habían repartido el botín. Su cómplice aún es buscado por la policía.
“Al hacer la revisión correspondiente de esta persona, en altura de la cintura, acopado en su corto, se pudo encontrar un arma punzocortante”, agregó.
El acusado, de 25 años, aceptó su participación en el robo y entregó la “parte” que le dio su amigo, “un amigo mío, él fue el que lo hizo, yo no, él fue el que lo rompió, el que le quito la pertenencia a la señora yo solamente le corretee por su atrás”, dijo.
Tras su captura, el aprehendido fue remitido a la Fuerza especial de lucha contra el crimen.