Un trágico suceso conmociona a los norteamericanos y al Super Bowl, los cuerpos sin vida de tres aficionados de los Chiefs, que jugarán la final de la NFL ante los 49ers, aparecieron congelados en casa de un amigo, donde habían acudido a ver un partido de su equipo. A pocos días de que se desarrolle la final del Super Bowl en Estados Unidos, la muerte de tres hinchas sacude al mundo deportivo de ese país.
Los occisos responden a los nombres de: Ricky Johnson, de 38 años, David Harrington, de 37, y Clayton McGeeney, de 36. Los tres habían desplazado hasta el domicilio de un amigo, de nombre Jordan Willis, en Kansas (Misouri), el pasado 7 de enero, para ver juntos el encuentro entre los Kansas City Chiefs ante Los Angeles Chargers, que jugaban el último duelo de la temporada regular de la Conferencia Americana (AFC).
Sin embargo nunca regresaron a casa. Fue la prometida de McGeeney la que, dos noches después, se acercó hasta la casa de Willis para preguntar por su pareja, pero allí nadie contestó, lo que la llevó a acceder a la vivienda por su cuenta: «Entró en el sótano de la residencia y localizó un cadáver desconocido en el porche trasero», relata el informe policial.
«Los agentes acudieron al porche trasero y confirmaron que había un cadáver. Tras investigar más a fondo, localizaron otros dos cadáveres en el patio trasero», añade la nota, que apunta que «no se observaron signos evidentes de crimen» en el lugar ni en sus proximidades.
Desde entonces han transcurrido tres semanas y la portavoz del Departamento de Policía de Kansas City, Alayna González, ha confirmado que «sigue siendo una investigación de muerte y nada más» porque aún no tienen pruebas ni indicios de que se haya cometido un crimen y nadie ha sido detenido.
Willis, por su parte, ha asegurado que no sabía que los cadáveres de sus amigos estaban en su casa hasta que la Policía los encontró. Además, su abogado, John Picerno, ha señalado que la última vez que Willis los vio con vida fue cuando se marcharon y él se fue a dormir. Agencias