Peligros del consumo excesivo de sal

Los expertos en Salud y la Organización Mundial de la Salud (OMS), el sodio en exceso no es bueno para la salud. ¿Sabes cuáles pueden ser los efectos secundarios de consumir mucha sal dentro de la dieta? Si tienes algunas ideas, pero también varias dudas, no te preocupes porque a continuación te contaremos más al respecto.

¿Qué hacer para no ingerir mucha sal?

Para evitar los problemas que acarrea el consumo excesivo de sal, es recomendable dejar de lado los productos procesados especialmente los quesos, la repostería y las carnes frías, así como también la comida rápida. A su vez, utilizar sustitutos de la sal, como es la sal marina no tratada y cada vez verter menos en las comidas. Al principio se nota la diferencia, pero luego el paladar se va acostumbrando.

Por último, una buena idea es probar condimentos o ingredientes que realcen el gusto de la comida. Las especias como la pimienta, la salvia, la mejorana, la albahaca, el perejil, la nuez moscada, el romero, el estragón y el comino no deben faltar en tu cocina.

¿Cuáles pueden ser los efectos colaterales del consumo de sal?

Consumo de sal y corazón.

El consumo de sal puede llevar a una hipertensión momentánea, sin que haya patología de base.

Problemas cardíacos y circulatorios

El consumo de sal en exceso tiene efectos derivados y relacionados a la circulación. Entre ellos destacan la hipertensión arterial,  los infartos de miocardio y la insuficiencia cardíaca.

También puede causar accidente cerebrovascular, embolias, hemorragias cerebrales e ictus, que trae como consecuencia secuelas físicas y neurológicas graves y permanentes. Esto se produce, principalmente, porque la sal dificulta la función de los riñones. La función de filtrado renal se ve perjudicada ante mucha sal, potenciando asimismo la hipertensión arterial en un círculo vicioso.

Insuficiencia renal

Además de por lo ya mencionado, ingerir mucha sal puede predispone a la formación de piedras o cálculos renales. También causa retención de líquidos, empeorando el funcionamiento no sólo de los riñones, sino del corazón y el hígado.

Aparición de tumores

Ingerir mucha sal puede favorecer la aparición o desarrollo de ciertos tipos de tumores, como puede ser el cáncer de mama. Así lo certifica un estudio publicado en 2018 por investigadores chinos.

Sobrepeso y obesidad

En 2019 se llevó a cabo un estudio llamado INTERMAP en el que se analizó la relación entre el consumo de sal y la obesidad en distintos países. Así, se obtuvo que el consumo de sal se asocia positivamente con el IMC y la prevalencia de sobrepeso u obesidad en Japón, China, el Reino Unido y Estados Unidos.

Alternativas más saludables

Pansalt

Se trata de una sal iodada creada en Finlandia. Es baja en sodio, rica en potasio y magnesio. Puede ayudar a reducir la presión arterial en lugar de aumentarla. Tiene un 56 % de cloruro de sodio (la sal normal el 100 %).

Biosal

Es una mezcla cloruro de sodio con cloruro de potasio. Contrarresta los efectos negativos indicados antes. Es menos nociva, pero no tiene nutrientes, además de haber sido tratada con blanqueadores, químicos y yodo.

Sal ahumada

Se usa para darle otro gusto a las comidas, pero no aporta nada en lo nutricional.

Sal roja o “hawaiana”

Proviene de las costas de esta Isla y contiene óxido de hierro, un derivado de la arcilla volcánica. Se extrae con métodos naturales y se asemeja a la sal marina. Tiene un sabor muy fuerte y puede estimular la oxidación de ciertos alimentos.

Si tienes dudas acerca de cómo consumir sal de manera saludable, recuerda que siempre puedes consultar con tu médico de cabecera.