La familia “Vera” inicia su jornada de trabajo a las 6.00 pues durante dos meses los 15 integrantes de esta, trabajan sin pausas pues son los responsables de preparar todos los dulces que se convierten en los elementos para que las “almitas” lleguen a visitar a sus seres queridos en la fiesta de Todos Santos.
En el municipio de Quillacollo en el pasaje Atacama cerca a la plaza 15 de Agosto, la casa de la señora Irma es el laboratorio donde se prepara el dulce. La cocina, las piedras para vaciar el caramelo y los ganchos son las herramientas que utilizan, tal cual en el pasado les enseñaron los tatarabuelos hace más de un siglo.
Durante generaciones esta familia se dedicó a elaborar las escaleras, canastas, cruces entre otras formas que son elementos que no pueden faltar en la tradicional mesa o mastak’u de Todos Santos. Sin embargo, como todo cambia y las necesidades se tornan en otras, actualmente también elaboran formas más complejas como ser mineros, profesores, fruteras, costureras de acuerdo a la profesión u oficio del difunto, pero también escudos de equipos que en algún momento fueron los favoritos de los fallecidos.
Pastillería una dulce reliquia
“La pastillería doña Irma” puede ser considerada una reliquia pues durante muchos años ha formado parte de la familia, por ello, los padres, hijos, primos, tíos y nietos creen que es una obligación conservarla, con la misma responsabilidad que lo hicieron los tatarabuelos.
LA VOZ visitó la casa de Irma y la encontró preparando el caramelo un olor que remite a hogar es el que trasciende de su cocina, el dulce hirviente y burbujeante no para de ser batido, las piedras están listas; son batanes de gran tamaño donde se echa el preparado.
Por otra parte, en el taller de forma artesanal se encuentran unos siete miembros de la familia, que van dando forma a la masa de azúcar, no hay un momento en que alguno de ellos deje de trabajar, cada persona tiene una labor específica, es así que, como si fuera plastilina van dando forma a los elementos tradicionales de Todos Santos.
Ir formando las figuras no es tarea fácil pues para que el caramelo sea moldeado debe estar caliente, lo cual les provoca ampollas en las manos, además de cortes; no obstante, son tantos años que trabajan que ya están acostumbrados.
Cesar hijo de Irma contó que desde que tiene recuerdos vio como todos los años su familia trabajaba en la elaboración de los dulces, la única diferencia es que antes lo hacían en el fogón a leña y ahora utilizan gas. Sin embargo, es lo único que ha variado pues todos los demás procesos son como hace un siglo, cuando el dulce se enfría lo acercan a un bracero a carbón, si necesitan que enfrié un poco ventean con un cartón la masa. Verlos trabajar es como trasladarse al pasado.
Tiempo y pedidos
Daniel otro miembro de la familia elabora las formas más complejas, se encarga de los pedidos especiales, pues solo con sus manos y pinceles va dando forma a las imágenes.
Explicó que los pedidos deben hacerse con anticipación porque no cuenta con moldes y solo su imaginación y habilidad da forma a cada una de las figuras.
Los otros miembros de la familia son los encargados de llevar los pedidos, hacer la distribución entre las comerciantes del mercado, a los domicilios a otros departamentos e incluso al exterior.
Todo tipo de mesas
Mirtha; la hermana de Irma, aseguró que los precios son accesibles a todo bolsillo, pues elaboran mesas desde los 22 bolivianos hasta los mil, desde la mesa más sencilla hasta la más ostentosa es preparada por ellos.
El pasado año con la llegada de la pandemia y las restricciones no pudieron comercializar como siempre lo hacen sus productos; sin embargo, este año su situación ha mejorado.” Ya no estamos recibiendo más pedidos no queremos fallar a nuestros clientes, ahora lo que nos resta es terminar y hacer las entregas”, dijo Mirtha.
Los pedidos a la familia Vera no solo llegan por Todos Santos sino también por quienes realizan fiesta de Halloween, les piden calabazas, la muerte, fantasmas y otras figuras tradicionales de esta celebración que hace varios años ha ido ganando adeptos en la Llajta. (Priscila Pinell)
