Denuncian que la supuesta asociación de revendedores de gasolina del trópico de Cochabamba salió a bloquear la carretera en el trópico, donde exigen al gobierno levantar la subvención de la gasolina, debido a que les quita su fuente de trabajo; antes vendían a 10 y 13 bolivianos el litro de gasolina, ahora la venta es libre en los surtidores a menos de 7 bolivianos y fueron perjudicados.
Un usuario complementa que cuando retornaba de Santa Cruz quería comprar gasolina en uno de los surtidores del trópico y nadie le quiso vender; según afirmó, estaba todo ya reservado para los cisterneros, así que se vio en la necesidad de comprar de un revendedor, el cual vendió a 13 el litro, ya que nadie, pero nadie controla la venta ilegal en ningún lugar del país y claro, menos en el trópico.
Desde el lado boliviano, otros usuarios de la misma red social aseguran que el flujo de combustible de contrabando hacia Perú se cortó casi por completo tras la nivelación de precios. Como consecuencia, las filas por diésel desaparecieron en los surtidores del país. En los meses de auge del contrabando, un turril de 200 litros de diésel boliviano se compraba en 580 soles (unos $us 172) y se revendía en Perú hasta en 800 soles, lo que dejaba una ganancia aproximada de $us 75 por unidad.
