El PSG gana la Supercopa de Europa tras vencer al Tottenham en penales

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El PSG de Luis Enrique volvió a ser campeón de Europa y volvió a saborear un título continental, el segundo consecutivo tras la Liga de Campeones cosechada en Múnich. Superó al Tottenham (2-2, 4-3) en la tanda de penaltis de un partido que tenía prácticamente perdido, con un 0-2 en contra en el 84′, que remontó para añadir la etiqueta de ‘Supercampeón’ en un año histórico para el club parisino. El PSG estaba muerto. Desahuciado. En el minuto 84, el 0-2 en el marcador a favor del Tottenham no permitía apenas pensar en la remontada que brindaron los parisinos. Porque no habían generado apenas peligro. No habían ejercido la superioridad aplastante de otras veces. Hasta que el zurdazo de Kang-In Lee tocó la red. Ahí, los ‘Spurs’ se hundieron. El PSG creció y Gonzalo Ramos apareció para llevar el duelo a los penaltis en el minuto 94′. No fue este el PSG que se vio en Múnich, aquella máquina perfecta que atropelló al Inter de Milán para levantar su primera ‘orejona’. Fue un equipo al que le costó encontrar ritmo. Sin pretemporada, magullado por la derrota ante el Chelsea en el Mundial de Clubes y sumido en la polémica por la situación de Donnarumma. Demasiado en contra como para brillar en su primer partido tras vacaciones.
Pero la calidad del equipo, la resiliencia y mentalidad de una plantilla ávida de títulos, de hacer historia, pudo con todo. Ya pasó malos momentos la pasada campaña y acabó dominando. Y pasó malos momentos en Údine. Pero acabó prevaleciendo. El ‘sextete’ sigue vivo en París.
Lo pasó mal con el balón aéreo del Tottenham. Así encajó los dos goles. Primero Van de Ven, en el 39. Después ‘Cuti’ Romero, en el 48. Este último, con error incluido de Chevalier, que centraba las miradas por el contexto Donnarumma. El Tottenham, durante buena parte del duelo, se sintió con derecho a soñar.
Porque el planteamiento táctico de Thomas Frank, en la noche más importante de su carrera, fue perfecto para aprovecharse de un PSG que llegó al duelo entre algodones, con demasiados frentes abiertos que acabaron pasando factura. Presión alta, contras fugaces y el balón aéreo como mejor aliado. Y Vicario, que jugó en su Údine natal, apenas tuvo trabajo hasta los compases finales.
«El PSG no es invencible», había dicho Ben Davies. El Tottenham se lo creyó de verdad. Algo atenazado en un inicio. Pero poco a poco más cómodo. Más entero. Con contras más precisas. Así lanzó el primer aviso. Disparo de Richarlison que Chevalier, gran protagonista, salvó con estilo. Su primera gran parada con el PSG en una noche que fue una montaña rusa de emociones. Brilló también el joven meta francés en el minuto 39 con una parada salvadora que desvió el lanzamiento de Palinha al larguero. Pero no pudo evitar que el rechace cayera manso a Van de Ven, primer goleador de la noche, culpable de que el Totenham mandara al descanso.
Ningún club francés había logrado ganar hasta ahora este torneo menor de la UEFA, que enfrenta a los clubes triunfadores de la Liga de Campeones y la Europa League de la pasada temporada.
El PSG había disputado esta competición solo en una ocasión, como campeón de la extinta Recopa de Europa en 1996, pero entonces fue goleado por la Juventus.
Agencias.

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