Brasil
Un pastor fue detenido en Brasilia, capital de Brasil, acusado de violar y torturar a cuatro niños: sus dos hijas, una hijastra y un hijastro. Obligaba a cada una de las pequeñas a ver cómo violaba a sus hermanas.
Además, las obligó a arrodillarse sobre granos de maíz y chapas de botellas, a ver películas pornográficas con él y hacía que tras los abusos pusieran las manos en la Biblia y rezaran con él.
El hombre, que predicaba en una iglesia de Brasilia, llevó a cabo los crímenes en su residencia entre los años 2010 y 2018, cuando las víctimas tenían entre 6 y 7 años.
El hijastro fue amenazado y agredido continuamente por el religioso, con castigos corporales extremadamente graves, como golpes con alambre de púas, que le provocaron una desfiguración permanente, para impedir que contara el abuso sexual de sus hermanas.
Su arresto se produjo a través de una operación denominada ‘Falso profeta’. Cuando el hombre se dio cuenta de que iba a ser arrestado, intentó suicidarse en su lugar de trabajo, sus compañeros lo impidieron y fue trasladado a un centro de urgencias, donde fue detenido.
«El perpetrador se aprovechó de la fe y los lazos familiares para cometer violaciones e intentar quedar impune. Sin embargo, la investigación logró esclarecer los crímenes», afirmó el jefe de la Comisaría, Alexandre Godinho.
Las víctimas denunciaron el caso este año, tras ser contactadas por los servicios de Protección Infantil. Habían permanecido en silencio durante todo este tiempo porque no tenían conocimientos legales sobre los hechos, temían por la seguridad de sus madres y habían estado sufriendo presiones de familiares paternos para que no denunciaran.
Los cuatro menores presentaron denuncias y señalaron que los abusos se producían tanto cuando el pastor estaba sobrio como cuando estaba bajo efectos del alcohol y las drogas.
El hombre está acusado por los delitos de violación agravada, agresión sexual agravada, explotación sexual de un menor, tortura y maltrato. Agencias.
