Pasaron 25 años desde que el gobierno del ex presidente Hugo Banzer Suárez y su vicepresidente Jorge “Tuto” Quiroga, pretendieron privatizar el agua en Cochabamba.
Una condición de los organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Mundial (BM) y Banco Interamericano de Desarrollo (BID), señalaba con claridad que Bolivia para obtener créditos, debería aceptar la privatización del agua en Cochabamba.
“La Guerra del Agua tuvo una dimensión política, económica, social y organizativa, si bien el agua fue el ingrediente principal, la gente rompió el esquema de imposición. Cuando perdimos el miedo, nos indignamos y luchamos ante un sistema opresor, cuando perdimos el miedo, ganamos alegría, ganamos esperanza y recuperamos nuestras formas de auto-organizarnos, construir una nueva forma de democracia, desde abajo, con la gente”, afirmó Oscar Olivera, uno de los representantes de la Coordinadora del Agua,
A inicios del año 2000, el gobierno de Banzer y Tuto apoyados por el alcalde Manfred Reyes Villa hicieron conocer que la empresa denominada Aguas del Tunari que era una subsidiaria de la transnacional Bechtel se haría cargo del servicio del líquido elemento en la ciudad y sus provincias.
La privatización no sólo consistía en que el Servicio Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (SEMAPA) pasaba a manos privadas, sino también los pozos de las cooperativas, las reservas acuíferas de los vecinos e incluso el agua de las fuentes y los ríos que utilizaban los regantes.
“Entonces, una familia que pagaba 25 bolivianos de la noche a la mañana debía pagar 100; los que pagaban 80, 300; incluso los condominios se unieron porque de 800 bolivianos deberían pagar 5 mil bolivianos, realmente era un tarifazo”, dijo el ingeniero Gonzalo Maldonado.
El tarifazo del agua provocó la reacción de la población.
GUERRA DEL AGUA
Los cochabambinos y cochabambinas se unieron en torno a la Coordinadora del Agua para resistir el tarifazo y rechazar la privatización.
La movilización unió a organizaciones sociales de vecinos, amas de casa, estudiantes, obreros, fabriles, campesinos regantes, profesionales y población en general.
El gobierno de Banzer y Tuto respondió con una brutal represión. Más de 100 personas resultaron heridas, 32 dirigentes fueron detenidos y lamentablemente el estudiante Víctor Hugo Daza (17) fue asesinado con un disparo de bala de un militar.
El gobierno militarizó la ciudad e incluso dictó un estado de sitio por 90 días que fue derrotado por la movilización popular. Los bloqueos de calles y avenidas, las vigilias vecinales, las masivas concentraciones y la unidad de la población empezaron a perforar el modelo neoliberal.
“Ganamos la Guerra del Agua, pero perdimos la posibilidad de colocar en la agenda, con fuerza, la constitución de una empresa donde la gente participe en las decisiones que se tomen sobre un bien común como es el agua”, señaló Óscar Olivera.
EXPULSIÓN DE LA TRANSNACIONAL
Luego de varias jornadas de enfrentamientos, la firme resistencia popular consiguió expulsar del país a la corporación transnacional y además obligó al gobierno de Banzer y Tuto a abrogar la ley de privatización y el tarifazo del agua en Cochabamba.
En abril del 2000 se realizó un referéndum obteniendo el gobierno un rechazo masivo de la població0n cochabambina a sus intentos de privatización.
La guerra del agua motivó e inspiró la Reforma de la Ley del Agua Potable en Bolivia. El ejemplo de Cochabamba fue posteriormente seguido por la población de El Alto, en su lucha contra la corporación Aguas del Illimani; se repitió en la defensa de los recursos naturales con la guerra del gas y en las marchas por la tierra y el territorio.
PRIVATIZAR HASTA LOS RÍOS
Desde hace años atrás, alrededor de la ciudad de Cochabamba existen cientos y miles de comunidades campesinas que producen alimentos.
Están organizados como «regantes» por repartirse equitativamente las aguas que transitan por los canales de riego.
Hasta el año 2000, los regantes y sus abuelos hasta donde tenían memoria habían utilizado las aguas de ríos y montañas de forma gratuita. Pero el gobierno de Banzer y Tuto, quería privatizar los ríos y las cuencas y; por eso, no iban a tolerar que se les cobre un impuesto por tocar un recurso tan esencial como el agua e incluso el aire.
“Logramos reunir a los miles de regantes. Estaban furiosos porque el gobierno pretendía intervenir todas las fuentes de agua, ya sean pozos, tanques, sistemas, ríos”, recordó Marcelo Delgadillo.
TRAIDORES DE LA PATRIA
Hace 25 años, miles de cochabambinos y cochabambinas unidos en la Guerra del Agua derrotaron al gobierno y sus aliados.
En esa oportunidad les declararon “traidores de la patria a Hugo Banzer Suárez, Jorge Tuto Quiroga y Manfred Reyes Villa” por el intento de imponer el tarifazo y la privatización del agua en Cochabamba.
Por las venas de Cochabamba no sólo corre agua sino también la memoria de una rebelión popular que hace 25 años cambió el rumbo de la historia del país y se volvió un emblema global contra la privatización de la vida.
La Guerra del Agua quedó escrita en la historia del país…