Los estudiantes condenaron la decisión de la universidad y la comunidad de cerrar permanentemente el campus descentralizado, alegando limitaciones percibidas de fondos y baja demanda. Sin embargo, el estudiantado cuestiona el uso del presupuesto asignado originalmente y se señala que estos recursos estarían siendo redirigidos a otras regiones.
“Nos dicen que no hay dinero, pero ese presupuesto lo están destinando a otro lado. ¿Por qué nos están discriminando?”, declaró un estudiante
Además, aseguran que las condiciones en las que funciona la unidad son precarias, con falta de servicios básicos, sin seguridad, ni limpieza, lo cual agrava aún más la situación de abandono institucional.
A la protesta se sumaron vecinos y organizaciones sociales, quienes manifestaron su preocupación por la posible desaparición del único espacio de formación universitaria en el municipio.
“Mandar a nuestros hijos a Cochabamba implica más gastos en pasajes y alimentación. Esta sede ha sido una oportunidad para muchas familias de escasos recursos”, manifestó una madre de familia.
El Centro Jurídico Yanapay también se pronunció públicamente y criticó el accionar de las autoridades. Acusaron a la Alcaldía de utilizar el tema universitario con fines políticos y de no cumplir con sus compromisos para garantizar la continuidad de la sede. Estudiantes y vecinos hicieron un llamado a las Organizaciones Territoriales de Base (OTBs), juntas vecinales y líderes sociales a movilizarse para evitar el cierre de la universidad.