70% del Poder del Estado es manejado por abogados

Bolivia
La lucha contra la corrupción en Bolivia requiere un enfoque integral que involucre a todos los sectores de la sociedad, incluyendo al gobierno, la sociedad civil y el sector privado. Un dato alarmante es que el 70% del poder del Estado boliviano está en manos de abogados, mientras que los ingenieros representan un 9% y los doctores apenas un 5%. Esta distribución del poder no es casualidad, ya que Bolivia es considerada el país más corrupto de América y el segundo más corrupto a nivel mundial. La alta jerarquía de cargos de poder en los cuatro órganos del Estado está dominada por abogados. El Órgano Judicial está compuesto en un 100% por abogados, mientras que el Órgano Electoral cuenta con un 80%, el Órgano Ejecutivo con un 60% y el Órgano Legislativo con un 45%. En promedio, aproximadamente el 70% del poder está en manos de abogados. El problema radica en que, en Bolivia, el 98% de los abogados en ejercicio atienden a la corrupción y manipulación. La formación universitaria de muchos abogados no se centra en la justicia ni en la ética, sino en la «astucia legal». Esto lleva a que muchos abogados aprendan a utilizar la ley como una herramienta para manipular, en lugar de proteger al ciudadano.
El resultado es que muchos abogados se convierten en operadores de consorcios, defensores de lo indefendible y diseñadores de estrategias para alargar procesos, frenar juicios y garantizar impunidad. Un ejemplo reciente es el caso del exministro Siles, implicado en el caso «Consorcio judicial», quien ingresó a una cirugía de emergencia justo cuando debía enfrentar a la justicia. Su abogado argumentó que Siles necesitaba cuidados intensivos por más de tres semanas. Además, cuatro de seis abogados jerárquicos, en el mismo caso, presentaron descompensaciones médicas repentinas antes de sus audiencias, lo que sugiere un “patrón” en su comportamiento.
Las consecuencias de esta situación son graves:

  1. Corrupción del Estado y del órgano judicial normalizado.
  2. Culpables que se enferman justo a tiempo para evitar la justicia.
  3. Inocentes encarcelados sin poder defenderse.
  4. El Estado de derecho convertido en una parodia.
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